Iba caminando de vuelta a mi departamento a la salida del trabajo. Enfrente hay una peluquería, escuché a un hombre gritar desde la otra vereda. Estaba retando a un nene de unos 5 años, creo que era su hijo. El nene salió del local y se quedó afuera, llorando, pero no a los gritos sino un llanto contenido; se le caían las lágrimas y miraba para abajo. Una tristeza total.
Crucé la vereda y me acerqué, le pregunté si estaba bien, le dije que no se pusiera mal, que seguro su papá no había querido gritarle. Salió el padre, me dijo que estaba todo bien, sólo que el nene era un "caprichoso". No me quedó otra que irme. Pero espero que ese padre no le grite más de esa forma al nene. O al menos que no le afecte, que no tenga esa expresión de tristeza total a sus cortos 5 años.
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