sábado, 8 de octubre de 2011

Manías estudiantiles...

Buen Sábado Gente! cómo andan? Yo bien, en lo de una amiga, cebándole mate mientras estudia -rinde el martes y está de los pelos así que me vine a hacerle compañía-. No sé si en todos lados es así pero acá la gente que estudia Medicina sufre estados medio complicados les diría... como que se les va la vida en la materia! es tremendo!
También puede ser igual que cada uno se tome las cosas de distinta manera, no? Yo por ejemplo nunca me he levantado a las 5-6 am a repasar como algunos que sí... ni he pasado la noche anterior despierta para repasar lo irrepasable... no no... no puedo.
Viendo como estudian algunos amigos -que estudian otras carreras- me puse a pensar en las mañas que tiene cada persona a la hora de estudiar, y son de lo más variadas!
Yo por ejemplo: no puedo levantarme muy temprano -mínimo 7: 30/ 8:00, y necesito sí o sí dormir entre 7 y 8 horas para tener un mínimo de lucidez... nunca leo en voz alta (eso me desconcentraría..). Necesito resaltadores de 3 colores diferentes, y los voy cambiando cada tanto para no aburrirme. Por lo general hago una leída general sola y repaso en grupo...
Nunca entiendo cómo hay gente que puede estudiar toda la noche de corrido, o no dormir durante algunos días antes del examen! Tengo un amigo que estudia abogacía y estudia 13 horas por día! controla los minutos de los recreos, incluso de las comidas!
Ustedes qué manías tienen o tenían al estudiar?

17 comentarios:

  1. Yo también uso resaltadores de colores. Jamás pude estudiar en grupo, y lo 2 días previos al examen no duermo. Una vez me puse a cantar "Susanita tiene un ratón, un ratón chiquitín", y creo que ahí mi mamá se dio cuenta de que algo andaba mal y me obligó a dormir.

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  2. Yo casi siempre estudiaba en grupo. Si eran problemas a resolver, entre varios siempre aparecía un iluminado que daba en la tecla. Y si era algo teórico, uno leía y los demás seguían el texto con la vista. Si alguien no entendía algo, pedía stop y entre los demás intentábamos explicarle. Explicarle lo que nosotros habíamos entendido, que no siempre era lo correcto. De la discusión y el intercambio de ideas, los conceptos nos quedaban más grabados.

    Una sola vez pasé la noche sin dormir y al día siguiente continué con mis ocupaciones diarias. Hoy no podría hacerlo. Pero lo que me daba un buen rédito era quedarme la noche anterior a un parcial (habitualmente los teníamos por la tarde) estudiando con una compañera con la que nos llevábamos muy bien. A eso de las 7 de la mañana decretábamos que habíamos llegado al punto límite y yo me volvía a mi casa. Me metía en la cama, dormía hasta las 4 de la tarde, me levantaba, me duchaba, picaba algo y fresco como una lechuga, rumbeaba para la facultad. Terminé la carrera sin ningún bochazo, así que el método rindió sus frutos.

    Hubo una sola materia donde no pude hacerlo. Mi carrera, en aquellos tiempos, no estaba estructurada en años. Uno tenía una dada cantidad de materias y las cursaba en el orden que quería, siempre que respetara las correlatividades. Yo me adelanté a mis compañeros en una materia y fue un desastre. Me sentía absolutamente perdido. Cuando llegó el primer parcial, no me presenté y largué la materia. La recursé al año siguiente con la gente que conocía. Hoy, creo, soy más sociable, y no tendría esos problemas. Enseguida me formaría un grupo con el que estudiar.

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  3. Recordando mis épocas de estudiante, me vino a la memoria una situación en la que desee que la tierra me tragara.

    En una de las últimas materias, y de las más complicadas de toda la carrera, preparé el final con una compañera que, si bien hacía rato que nos conocíamos, nunca habíamos estudiado juntos. Pero, la necesidad tiene cara de hereje, no conocíamos otro que fuera a dar esa materia en esa fecha y eso nos forzó a prepararla juntos. Ella era un año mayor que yo, estaba casada y el marido ya estaba recibido en la misma carrera que nosotros. Vivían en un minúsculo departamento en Caballito. Dos cuadraditos hacían las veces de comedor y dormitorio, respectivamente. Y dos rectangulitos eran la cocina y el baño. Para acceder al baño, había que pasar por el dormitorio.

    Para mí fue todo un desafío porque hacía un mes había dejado de fumar y esta compañera fumaba como un escuerzo.

    Era febrero pero por suerte no muy caluroso, si no, nos habríamos cocinado en ese pañuelito llamado departamento.

    Por nuestros trabajos, los dos nos desocupábamos temprano y a eso de las 2 o 2 y media ya estábamos reunidos. El marido también salía temprano del trabajo, pero no tanto como nosotros. Estaba en la casa entre las 4 y las 4 y media.

    (No, no piensen nada morboso. Siempre respeté a las mujeres casadas o en pareja).

    (Bah... siempre no, pero eso sería motivo de una entrada en algún blog)

    La cosa fue que una tarde, llegó el marido a la hora habitual, nos saludó y se encerró en el dormitorio. Un largo rato después salió emperifollado de pies a cabeza y de cabeza a pies, además de muy perfumado. Mi compañera se lo quedó mirando atónita y solo atinó a preguntar balbuceante, a dónde iba. Él, sin perder la sonrisa que siempre portaba, le contestó, secamente, "Tengo que salir".

    - Bueno, pero decime a dónde vas.

    - Tengo que salir.

    - ¿Y no podés decirme a dónde vas?.

    - No, tengo que salir.

    Y dicho esto se despidió de los dos sin siquiera darle un beso a ella y se fue.

    El aire se cortaba con un cuchillo. Ella me miró y se largó a llorar desconsoladamente. Que no daba más, que no soportaba más la situación, que siempre la trataba así. Yo, como pude, traté de consolarla, pero sin acercarme a ella. No fuera cosa que el quia volviera porque se había olvidado algo y pensara que yo estaba tratando de sacar provecho de la situación. Sus dimensiones eran lo suficientemente respetables como para arriesgar vanamente mi osamenta. Porque él hacía lo que quería, pero a ella le estaba todo vedado.

    No sé cuánto más duró la situación porque después de rendir, dejé de verla tan seguido. Me enteré, tiempo después, que se habían separado. Era de esperar.

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  4. Hola Chicos!
    Crai morí d risa con lo de la canción de susanita!!! pobreee ya estabas saturadita! jeje.
    Mario: muy copadas las anécdotas! me dio curiosidad la anécdota que ameritaba entrada en un blog, así que acá estamos esperando que la escribas! si querés mandámela al mail -que está por ahí a un costadito- y la publicamos! Todos la esperamos ansiosamente seguro!
    Besos

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  5. Yo xa estudiar tengo que hacer resumenes a mano, si no es mi letra no me queda.

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  6. No es una anécdota, Ana. Más bien una historia con final triste.

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  7. U qué bajón Mario... bueno, igual queda abierta la propuesta para que cuentes lo que quieras... será bienvenido!

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  8. metodo muy simple,leer,resumir,copiar y x supuesto no ir a clases a calentar la silla.besito!

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  9. Hago todo lo que vos no haces. No resalto. Leo en voz alta porque fija en la memoria y la noche anterior, si lo amerita, no duermo. Cada estudiante es un mundo.

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  10. Hola Yaz! y sí, método tradicional y efectivo, jeje.
    Juli! totalmente, cada estudiante un mundo, que loco que hagamos todo al revés... vos qué estudiabas?
    Besos

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  11. Cuando uno escribe sus resúmenes, va fijando las cosas. Lo mismo los que hacen machetes. Sin darse cuenta, están estudiando.

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  12. papa coincido con vos,yo vi a mi hermano hacer machete p cada una de las pruebas del secundario y despues decir q no los tuvo q usar.me olvide de algo,guardar todos los resumenes de los parciales para tener listo el resumen final.

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  13. Hubo algunas oportunidades en las que me levantaba temprano para estudiar. Contadas con los dedos. No puedo levantarme ni a las 10 xD. Pero puede ser porque me acuesto tarde.

    Yo no resalto, y nunca pude estudiar en grupo.
    Estudio unos días antes. Pero nunca me quedaría sin dormir. Amo dormir ;)

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  14. Hola milanesa de soja! (qué nombre original che!)yo también amo dormir! creo que todos en realidad, jeje.
    Besos

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  15. he pasado tantas noches de largo estudiando...eso en mis buenas epocas...antes tenia 3 resaltadorees, hacia resumenes y repasaba en voz alta...buenas epocas jaja

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  16. hasta mi foto de perfil es una foto de las buenas epocas! justo! jaja

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  17. Hola micaela, bienvenida!
    hay algo que me dio curiosidad, ahora estás en malas épocas?? qué pasó??
    Besos

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