Mi cara suele ser muy expresiva... mis malhumores difíciles de ocultar en consecuencia.
Pero hay situaciones que exasperan francamente! La inutilidad ajena es una de ellas. Una de las cosas que más detesto es que alguien que no se da maña, te eche culpa y cargo de su inutilidad.
Pero ATENCIÓN! Que esto se agrava aún más, cuando Mr. o Ms inoperancia te pide "tranquilidad"!!!!
"Srta Desastroza en su trabajo" me dice: -"tranquiiiiila, qué es lo que pasa?"-
A lo cual, una Ana ya no tan calmada le responde: "No estoy intranquila, estoy apurada!"-
Debo decir que una de las cosas que más me desquician el cerebro es que la gente exija tranquilidad. Si ves a alguien relativamente alterado, pedirle "tranquilidad", "calma" o variantes del rubro sólo va a empeorar el cuadro!
Porque uno empieza a plantearse: si mi cara denota cierta incomodidad, es por tu ineficiencia, si te parece que estoy "intranquila" y te molesta, ponete media duracell y nos ahorramos el problema!
Antes me molestaba también la gente indecisa, esos que no te pueden decir en tal bar a tal hora, sino que esperan a que vos sugieras, que vos decidas, que vos propongas cambios... Despertáte!!!! Ahorrémonos el disgusto con gente dormida!
Seguro me estoy olvidando de varias situaciones molestas... las colaboraciones son bienvenidas!
Yo tengo eso... me exaspero. Mi vieja no puede evitar decir que la culpa la tengo yo por mi falta de paciencia. Ahora soy docente. Te imaginarás que si yo no desarrollo mi paciencia me quedo sin laburo!!
ResponderEliminarjajaja, de una! en ese caso se hace indispensable manejar la situación sí o sí! Saludos, y bienvenida al blog!
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